miércoles, 26 de mayo de 2010

Tarde.


Quien te conoce sabe que lo de la puntualidad no es lo tuyo. Que lo tuyo es llegar tarde.
Eres quien se queda sin hacer el examen porque llega diez minutos después de que empiece. Con el que quedan quince minutos antes que con los demás sólo para no tener que esperar. El que pierde los trenes porque los metros no tienen, por desgracia, la paciencia de aquellos que te conocen. Naciste y ya te habían puesto un nombre, ya te chorreaba un agua especial por la cabeza y ya tenías religión asignada,ya llegaste tarde. Tu puñetero DNI prácticamente te grita a la cara todos los días que llegas tarde. Estabas en primero de carrera y la gente se cansaba de avisarte, de asegurarte, que todo estaba hecho ya, que no encontrarías trabajo, que acababas de empezar pero ya llegabas tarde. Te ahogas en qué hubiera sido, en cómo sería ahora si, te ahogas tarde, siempre tarde. Los informativos de última hora que ves en la televisión cuentan cosas antiguas ya, ya está hecho, las noticias que traen laspáginas de los periódicos ya tienen sus protagonistas, ya llegas tarde.
Los dueños de las risas enlatadas que escuchas cuando ves series cómicas americanas ya están muertos.
Las estrellas que ves cuando miras hacia arriba hace siglos que no existen.
Desde el momento en que abres tus ojos legañosos por la mañana, irremediablemente tarde.

jueves, 20 de mayo de 2010

Que viene el lobo.

Los papás (supongo) de uno de los chicos que viven en el piso de abajo han decidido comprarle un home cinema que necesitaba urgentemente para poder disfrutar de los videojuegos en la televisión que ya tenía en su cuarto.
Así que es miércoles, y son las dos de la mañana, y yo estoy oyendo desde aquí las bombas caer como si en cualquier momento fuesen a reventar mi ventana, pero no me estoy poniendo a cubierto. Una chica suplica que paren, por favor, que no la violen, pero yo sé que no tengo que bajar a ver qué pasa. Mañana saludaré al chico que está quejándose "¿qué coño le pasa a esta puta metralleta? ¿ya se ha vaciado el cargador?"con un bostezo y un "buenos días", como todas las mañanas. Todos los que estamos intentando dormir ahora mismo oímos los disparos y los gritos y las risas y sabemos que no pasa nada, nos limitamos a quejarnos y/o ponernos los tapones en los oídos, porque nada, nunca, es real.

"Somos la cultura que gritaba que viene el lobo"

martes, 18 de mayo de 2010

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Tú y yo caminando por la calle desierta.
Todas las luces amarillentas parpadeando en las ventanas, la gente dentro de sus casas en un universo aparte, en un aire aparte, acondicionados y entretenidos con historias encerradas en cajas de metal con pantallas.
Cuando me hablas sé que querrías estar diciéndome otra cosa, cuando te respondo sabes que estoy pensando otra cosa distinta. Cuando coges mi mano con la tuya sé que desearías ponerla en otra parte, cuando pongo un pie detrás del otro sabes que querría estar en otro sitio diferente.
Y tú sabes que yo sé, y yo sé que tú sabes que yo sé, y sé que tú sabes. Los dos sabemos.
Tú y yo caminando por la noche desierta en primavera.
Tan inocentes como un tumor.
Tan inofensivos como las ptiriasis.

lunes, 17 de mayo de 2010

Sirves.

Yo me pasé el curso pasado escuchando los "sirves" de mucha gente.
Sirves para esto, esto es lo tuyo, sirves para redactar, no te va a costar trabajo, todo va a ir bien porque sirves. Algo así como tírate sin mirar, nunca lo harás mal del todo, es como si tuvieras un colchón debajo porque sirves. Sirves para esto.
Y ahora vengo yo otra vez, regresión al pasado, a estas alturas hace un año, cuando no tenía ni la más remota idea de qué hacer, dónde ir, qué estudiar. Ahora sigo sin tener ni idea de qué hacer con mi vida, con el agravante de que se supone que ya estoy haciendo algo. Este no era el año para pensarlo, no iba a ser el año de las dudas, de los malos ratos, del asqueamiento en general. Este año iba a ser el principio.
Véase también: no me gusta el periodismo. Es más, si no fuera injusto y políticamente incorrecto, me atrevería a decir que estoy empezando a odiar el periodismo. O, para ser más justos, mi carrera. Que no sé si tiene mucho que ver con periodismo o no, y me voy a quedar sin saberlo.
No voy a echarle la culpa a las asignaturas insulsas, al hecho de saber un poco de todo y mucho de nada, a las prácticas estúpidas, a los profesores que no despiertan ningún interés (en ocasiones hasta hacen por anularlo). Aunque podría hacerlo. Puede que otro día lo haga.
No, voy a echarme la culpa a mí. La que llegó en septiembre a la facultad y cuando alguien le mencionó a Camps (seguramente el primer día, seguramente la primera hora de clase... seguramente la primera palabra que alguien cruzó conmigo fue "Camps", xD) preguntó: "¿y ese tío quién es?"
Quiero decir, ¿en qué puñetero momento se me ocurrió estudiar Periodismo? La política me produce urticaria, leer sobre economía es para mí similar a mirar kanjis chinos, abro los periódicos solamente para mirar las programaciones del cine, soy la primera en preguntar "¿eso es verdad?" cuando alguien habla de temas de actualidad. De actualidad de hace dos semanas. En serio, ¿en qué momento?
Porque algunos de los que me decían que servía ahora me dicen "tienes razón, no te pega nada", y algunos de los que no dijeron nada ahora me dicen "te lo dije". Que, por cierto, va a tener el mismo efecto que suelen tener muchos de los consejos y las opiniones que se me dan (véase: absolutamente ninguno).
Y bueno, si nos vamos a poner sinceros, aparte del hecho de que no me gusta... no sirvo. No, no sirvo para esto. Se me da fatal, no sé poner titulares a noticias sobre señores que reciben facturas del gas a nombre de Antonio Gilipollas Caraculo, no sé redactar historias de curas que abusan de menores deficientes con objetividad, mis prácticas demuestran que no sirvo ni siquiera para hablar de sucesos que tienen como protagonistas a mapaches que se cuelan en chalés y matan canarios. No sirvo.
Y todavía no tengo muy claro si me molesta o me alegro de no servir para esto.