Demasiado charco
lunes, 8 de noviembre de 2010
Crúzate conmigo a cien por hora.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel. Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente, claro.
Y sin azúcar. Sin aliento.
(Báilame el agua)
2 comentarios:
Alma López
10 de noviembre de 2010, 23:12
pues sera que no tomaria yo esa invitacion..
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Ni pero ni pera
25 de noviembre de 2010, 16:41
intenso
:)
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pues sera que no tomaria yo esa invitacion..
ResponderEliminarintenso
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